PRANA
El pubis va hacia adelante y cuando no pueda más cae suavemente. La cintura se estira y empieza a arquearse poco a poco. El pecho se abre a la vez que los brazos se levantan en dirección al cielo. La barbilla sube y la mirada se ergue hacia arriba.
La expansión de tu cuerpo te transmite una sensación de poder y incluso de invencibilidad. Es una flor que desabrocha en un día de primavera exultante. El prana es esa energía que te lleva hacía adelante. Es el poder que cada ser humano para desarollar sus principales cualidades
Sin embargo sí el pubis empieza a querer meterse debajo de las piernas la zona lumbar se pone a temblar. El abrir del pecho se manifiesta en el acercamiento peligroso de los omoplotos de la linea central del cuerpo. Los brazos se transformam en cintas que bailan sin sentido como tú mirada que se pierde en el cielo con consecuencias negativas para el cuello.
El prana suelto se vuelve en un sujeto inestable que pone tu integridad en peligro. Es un amante loco capaz de cualquier cosa con tal de hacerse visible al objecto de su amor.
APANA
El cocix cae hacia a los píes y se relajan las nalgas. El pecho baja de volumen y los brazos se relajan. El mentón se recoge hacia el pecho y miras hacia la nariz.
Encuentras un punto de quietud donde tu energía se reorganiza. Es una semilla que sembras con amor de madre. El apana te prepara para el próximo paso con calma. Es el poder de la introspección.
Sin embargo si el cocix se alarga como una cola que se mete entre las piernas la espalda se encorva enormente. El pecho y abdomen se mueven hacia adelante y hacia dentro. Los brazos quieren cruzarse y tú cabeza cae depresivamente en dirección a la tierra.
El apana suelto es un individuo imprevisible capaz de cualquer atrocidad contro uno mismo y incluso contra los demás. Es un ser incapaz de ser amado por cerrar todas las puertas a la experiencia.
PRANA y APANA
apāne juhvati prāṇaḿ prāṇe ’pānaḿ tathāpare
El apana se ofrece al prana.
El prana también se ofrece al apana.
Baghavad Gita 4.30
Al inhalar se abre el pecho, al exhalar se recoge el abdomen. Al inhalar se arquea la espalda, al exhalar se flesiona la columna. Al inhalar el pubis avanza, al exhalar el cocix busca refugio en la tierra.
Con la inhalación el pecho se abre y intentas mantener el cocix en contacto con la tierra. Con la exhalación se entierra el cocix y el pecho se mantiene abierto. Con la inhalación subes los brazos y sientes los pies. Con la exhalación enraizas las piernas sin perder la rectitud de la espalda.
Cae el pubis, cae el cocix. Se encuentran en el fondo del suelo pélvico, cueva de la diosa caprichosa llamada mulabhanda. Es de esas divas que por mucho que la invitas a bailar solo se levanta cuando tiene ganas y no cuando tú lo necesitas. Solo después de muchos años de práctica puede uno intender este baile.
El amante necesita ser correspondido de la misma manera que todos necesitamos ser amados. Un amante sin limites, un amante sin objecto para su amor, se vuelve un psicopata. Uno que anseia por el amor acaba en la autoflagelación. El amado debe ser amante y el amante necesita ser amado. Solo entonces el AMOR surge como una manifestación superior a sus prórpios interlucotores, como una fuerza infinita sin limites pero universal y integradora.
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