Vi recentiemente una película magnífica. Se titula “Tierras de penumbra” de Richard Attenborough con Anthony Hopkins y Debra Winger filmada en 1993. Cuenta la historia de un profesor de universidad que pasa el día reflexionando sobre las sutilezas y profundidades del amor hasta que un día recibe la visita de una seguidora (real, de carne y hueso, que leía sus libros y no a su aburrido cotidiano en Instagram). El amor se hace real y permite así que el sufrimiento sea una realidad. Esta dualidad presente en toda la película es un tema filosófico antiguo y muy debatido. La noche no existe sin el día, solo es posible entender el calor cuando es comparado con el frío y el amor es siempre una puerta de entrada hacia el desamor que se puede manifestar en desesperanza o ansiedad, todo son formas de sufrimiento.
La frase estrella es cuando ella, enferma y sabiendo que no estarán mucho más tiempo juntos le dice: “El dolor de entonces, es parte de la felicidad de ahora. Ese es el trato.”. Ella sabía, el guionista sabía, el director sabía que la esencia de la vida es la integración de los opuestos. Tienes que aceptar la existencia del mal cuando tu opción es hacer el bien, o vice versa.
Toda la filosofía parte del principio que la vida está llena de sufrimiento (el budismo llega a decir que todo es sufrimiento). En India se presentan soluciones sistemáticas, el yoga es una de ellas. Después de presentar los tipos de sufrimiento (Yoga Sutras II.15) dice que el sufrimiento futuro debe ser evitado (YS II.16). A continuación da soluciones: asanas, pranayama, meditación, senderos éticos y morales y muchas dicas por donde enfocar tus esfuerzos.
“El dolor es el megáfono que utiliza Dios para despertar a un mundo de sordos.”. De este modo, como en el yoga, el personaje de Anthony Hopkins da un sentido al sufrimiento. Es el camino del despertar. Sin sufrimiento nadie necesitaría del yoga. El camino espiritual seria una futilidad. Incluso las propias religiones tienen sentido porque somos seres que sufren.
Y cuando ella muere, el profesor vuelve otra vez a la misma reflexión, pero el dolor no es de entonces, es de ahora: “¿Por qué el amor, cuando lo pierdes, duele tanto? Yo ya no tengo respuestas, solo tengo la vida que he vivido. Dos veces en esa vida he podido elegir, como niño, y como hombre. El niño eligió la seguridad, el hombre elige el sufrimiento. El dolor de ahora, es parte de la felicidad de entonces. Ese es el trato.”
Yoga Sutras II.15
pariṇāma-tāpa-saṃskāra-duḥkair guṇa-vṛtti-virodhāc-ca duḥkham eva sarvaṃ vivekinaḥ ||15||
Para las personas que disciernen (vivekinaḥ), todo (sarvam) es en verdad (eva) doloroso (duḥkham) a causa de las sufrimientos (duḥkhaiḥ) (que derivan de) del cambio(pariṇāma), de las experiencias penosas (tāpa) y de las impresiones latentes (saṁskāra), y también (ca) debido a la oposición (virodhāt) de las modificaciones mentales y (vṛtti) de los Guṇas (guṇa)||15||
Yoga Sutras II.16
heyaṃ duḥkham-anāgatam ||16||
El dolor (duḥkham) futuro (anāgatam) debe ser evitado(heyam)||16||
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