En el ya lejano julio del año de 2007 embarqué en mi segundo viaje a India con vuelta marcada para tres meses más tarde. Fui sin saber que me esperaba a mi regreso. Recordando las sabias palabras de los antiguos griegos ”Conócete a ti mismo” de Sócrates, o “Retírate a ti mismo y mira” de Plotino, abandoné todas mis responsabilidades con la idea de, en esa aparente libertad, poder encontrar algo nuevo y revelador.
En ese avión fue conmigo mi hermano adoptivo Nuno Vintém. Nos conocimos en el shala de Lisboa de Tarik e Isa, Casa Vinyasa, allá por el año 2004. Ahí entre inspiracion y expiración, en una época de mucho sudor, encontramos algo en común. La práctica era, es, el nexo común. Pasamos horas infinitas hablando de las posturas, de las dificultades que encontramos, de nuestros logros y frustaciones y como todo eso era un espejo de la vida misma.
A mi, con mi metro noventa y una espalda fexible como una coreana, me faltaba la fuerza incluso para hacer un chaturanga. Mi blandura parecía ser un reflejo de mi personalidad conciliadora y, a veces, excesivamente empática. Vintém en su metro sesenta era puro músculo. Navasana era una broma y el salto atrás puro divertimiento. Sin embargo, sufría en el puente y sus rodillas le dieron inumerables disgustos. Su carácter explosivo y crítico parecía ser una imagen de su práctica.
Hablando de ello, te haces consciente de tus fuerzas y debilidades. Vintém necesitaba mi flexiblidad y yo su fuerza. Eramos como el Yin y el Yang. Caminando por la calle eramos Big Nuno y Short Nuno, como nos apodó cariñosamente Sharath en ese viaje de 2007.
Ese verano ambos sufrimos transformaciones profundas. Fuimos testigos, uno del otro, de esos cambios y eso nos ha unido para siempre. Hermanos del alma, se suele decir. Durante tres meses sudamos uno al lado del otro todos los días y nos hemos dado cuenta de la importancia que el yoga tenía en nuestras vidas. El hilo conductor era lo que pasaba encima de la esterilla, fuera en movimentos dinámicos espectaculares, fuera en la quietud total. Todo estaba ahí.
Los años pasan y, aunque nos vemos con poca frecuencia, la sintonía se mantiene. En 2023 Nuno Vintém vendrá por primera a enseñar en la Casa del Yoga aunque ya trabajó en Asturias en momentos anteriores. Trae su fuerza y tenacidad para ayudarnos en nuestra práctica. Para Nuno no existe otra forma de practicar que no sea basada en la práctica diaria y sostenida en un esfuerzo saludable pero permanente. Cada día es una búsqueda de algo nuevo.
Es practicante de yoga desde 1998. Enseña Ashtanga Yoga Estilo Mysore desde hace 18 años y es un alumno dedicado de Sharath Jois desde su primer viaje a India en el año 2007. Desde entonces, pasó muchos meses estudiando en India y fue uno de los primeros asistentes de Sharath en 2011. Ha ayudado a construir y apoyado escuelas de Ashtanga con programas Mysore alrededor del mundo en Australia, Bali, Malasia, Bélgica, Brasil, Países Bajos, Portugal y España.
Del día 20 de marzo al 1 de abril estará enseñando en la Casa del Yoga. Será una oportunidad para profundizar en tú practica.
¡Infórmate en www.casadelyoga.com!
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